Pesas rusas, la mejor alternativa para la quema de grasa

Las pesas rusas se han convertido en una de las alternativas efectivas para la quema de grasa, esto gracias a que al hacer ejercicio con estas se incorporan movimientos que desestabilizan el centro de gravedad y hacen utilizar los músculos del torso para mantenerse equilibrado. Al final, se termina ejercitando el cuerpo completo, además de hacer un entrenamiento cardiovascular y de resistencia, una muy buena alternativa para mejorar tu salud y bienestar de manera natural.

BENEFICIOS:

Entre los beneficios de usar las pesas rusas para ejercitarse se encuentran: mejora la agilidad y el equilibrio, mejora también el sistema cardiovascular, aumenta la fuerza, la resistencia y la concentración. Así mismo, favorece la realización de nuevos ejercicios, fortalece el abdomen, y previene los dolores de espalda.

LAS INVESTIGACIONES:

El Consejo Americano del Ejercicio (ACE, por sus siglas en inglés), patrocinó un estudio para determinar la cantidad de entrenamiento aeróbico que se logra con el uso de las pesas rusas. Con la ayuda de 10 voluntarios, de 29 a 46 años de edad, encontraron que al balancear una pesa rusa con una sola mano entre las piernas y sobre la cabeza. “movimiento de arranque», los participantes quemaron aeróbicamente aproximadamente 13.6 calorías por minuto, además de otras 6.6 calorías por minuto, anaeróbicamente.

«Por lo que quemaron al menos 20.2 calorías por minuto, lo cual está fuera de los límites. Eso es equivalente a correr una milla por 6 minutos a un ritmo constante. La otra cosa que pude encontrar que quema muchas calorías, es el esquí a campo traviesa cuesta arriba a ritmo constante rápido», dice el investigador principal del estudio, el Dr. Juan Porcari, según lo informa el Dr. Mercola.

ANTECEDENTES:

Las pesas rusas se remontan hacia el año 1700 cuando se usaban como contrapesos en la maquinaria agrícola. En 1850 se utilizó como herramienta de lanzamiento en los entrenamientos y en 1850 cuando empezó a popularizarse. En el siglo XX se conocían en Occidente y las utilizaban los fisioculturistas y artistas de circo. En 1974 fueron declaradas oficialmente como deporte representativo de Rusia y en 1875 se organizó el primer campeonato nacional de “Kettelbells” de la Unión Soviética. Ya en el siglo XXI, el atleta y entrenador ruso Pavel Tsatsouline las hizo populares en Estados Unidos, expandiéndose a varios países del continente americano.

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